La crisis energética ha puesto
sobre la mesa el impacto negativo que tienen las nuevas construcciones en el
medio ambiente, tanto es así que el parque de edificios en España y Portugal
consume el 30% del total de la energía utilizada y producen un 40% de las
emisiones de los gases efecto invernadero, según datos de Xylem.
Con el objetivo de reducir las
emisiones y contribuir a mitigar la crisis energética, la rehabilitación de los
edificios es necesaria no solo para esto sino también para cumplir con los objetivos
marcados por la ONU en la Agenda 2030. Algunas de las posibles soluciones
pasarían por captar el agua de la lluvia para utilizarla en el riego y el
inodoro o mejorar la eficiencia de los grifos y los aparatos sanitarios.
Por otro lado, el problema
energético se ha agravado desde el alza de los precios consecuencia de la
guerra de Ucrania, puesto que gran parte de la población tiene un gasto
desproporcionado a sus ingresos en este área en España.