Las plagas forestales se han
intensificado en los últimos diez años a causa del cambio climático y los
ataques de los insectos se han vuelto cada vez más feroces. Según un estudio de
la Universidad Autónoma de Barcelona y el CREAF, el 30 % de los árboles está afectado
por alguna plaga forestal y al 6 % le ha causado la muerte.
La sequía es el
principal motivo del incremento de las plagas, ya que llevan a los bosques al
límite de su resistencia y los exponen a ataques de insectos. Además, el
estudio demuestra que cuantos más periodos de sequía atraviesa un árbol más
probabilidades tiene de morir si es invadido por una plaga.
Por otro lado, el calentamiento
global y las grandes olas de calor propician la aparición de nuevas plagas como
la del escarabajo perforador y al mismo tiempo potencian sequías más intensas.