Los
representantes de casi 200 países han logrado firmar en la cumbre del
clima de Katowice (Polonia), el denominado
“libro de reglas”, una guía para
luchar contra el calentamiento global, cuyas consecuencias ya podemos apreciarlas
en algunos países, con fenómenos meteorológicos como olas de calor,
inundaciones, sequías…
El manifiesto, que permitirá aplicar el Acuerdo de París, defiende la importancia de acometer cambios “urgentes y sin precedentes” para restringir el aumento de la temperatura del planeta a 1,5 grados. En cuanto a la financiación de acciones climáticas, el tratado considera que deben destinarse más recursos, fundamentalmente a mitigación y reducción de los efectos que ya está produciendo el cambio climático.
Por
otro lado, se ha acordado el compromiso
sobre transparencia que permite a los países controlar que el resto cumple
con su parte de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Este
último convenio se ha caracterizado por su flexibilidad, ya que reconoce las
circunstancias de cada país (sobre todo los países en desarrollo) y asegura tiempo
para adaptarse a este mecanismo.