La Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) ha presentado ante la Unesco la primera Evaluación Mundial de la Diversidad Biológica y de los Servicios del Ecosistema, el estudio más completo sobre la vida en la Tierra en el que se han analizado los cambios que se han producido en el planeta en las últimas cinco décadas. El resultado: tremendamente negativo. Desde el año 1500, han desaparecido 680 especies de vertebrados, mientras que un millón de especies de animales y plantas están en peligro de extinción actualmente.
¿Por qué hemos llegado a este
escenario? El principal responsable que ha acelerado estas transformaciones de
la naturaleza es la actividad humana, según plantea el informe. En concreto, son
cinco los impulsores directos de estos cambios: la alteración en el
medioambiente terrestre y marino por los usos humanos; la sobreexplotación de
los recursos que tenemos a nuestro alcance; las consecuencias del cambio climático
sobre el entorno más próximo ocasionado por las crecientes emisiones de gases
efecto invernadero; la contaminación propiamente y, por último, las especies invasoras.
Ante esta situación, los expertos
advierten de la necesidad de comenzar, con urgencia, una nueva transformación
de nuestro modo de desarrollo a todos los niveles, un cambio de paradigma que
en, en primera instancia, debería ser auspiciado por el Gobierno, pero también
por la ciudadanía, que puede cambiar sus hábitos de consumo. La salud de los
ecosistemas, en los que se basa nuestra economía, salud y calidad y vida y de los
que dependen las demás especies, está en nuestras manos.