El pasado octubre, el Ayuntamiento de València decretó el nivel de alerta 2 por exceso de partículas PM10, partículas emitidas por los coches principalmente. La preocupación por este nivel de contaminación se ha trasladado, bien temprano, a los ciudadanos, a los que se advirtió del peligro de realizar actividades al aire libre. En este sentido, la última encuesta del Barómetro Municipal de Opinión Ciudadana señala que el principal temor del 44% de los valencianos es la mala calidad del aire que respiran día a día.
El listado de inquietudes de la ciudadanía con respecto al medioambiente es más amplio y variado según esta encuesta. Entre algunas de las principales preocupaciones están el cambio climático, la gestión de las basuras y residuos, la calidad del agua, el consumo de energía o la contaminación de las costas del mar, las playas y las zonas de reserva natural como la Albufera.
Este sondeo de opinión, lejos de
desalentar, hace latente un aumento claro de la concienciación de la Comunitat
Valenciana sobre la situación que está sufriendo el planeta, preguntándose en cómo
se podría poder reducir o paliar el impacto del cambio climático sobre nuestras
vidas. No existe una fórmula mágica, pero lo que sí sabemos es que, aun tratándose
de un problema global, las pequeñas aportaciones individuales pueden contribuir y hacer que podamos vivir en un mundo más sostenible.