Acetona, amoniaco o naftalina. A simple vista son productos que podemos tener en nuestro hogar bien para limpieza, cuidado de prendas o cosmética, y sin peligro aparente. Pero si les sumamos el arsénico, el polonio y el metanol parece que la cosa cambia. Si a esto le añadimos otros componentes tóxicos entre los que se incluyen disolventes industriales y elementos radioactivos, nadie podría pensar que estamos hablando de un cigarrillo.
En España se fuman unos 89 millones de cigarrillos al día lo que supone más de 32.500 millones de filtros desechados anualmente, según un informe del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo. Un 15% de ellos acaban en las playas, donde se han convertido en la principal basura en las costas españolas pudiendo tardar una década en degradarse.
Desde lateuaterra, la primera plataforma de crowdfunding dedicada a proyectos medioambientales, han lanzado la campaña #desentierralacolilla para combatir los efectos de estas sustancias altamente tóxicas en nuestro medioambiente. Se trata de una acción de sensibilización y educación que pretende implicar a los bañistas a denunciar el estado de sus costas mediante el envío de fotografías de colillas enterradas en la arena, pero también concienciar a los fumadores no solo de los peligros que para su organismo tiene fumar sino de las consecuencias que en el entorno tiene el gesto de tirar colillas en la arena. De hecho, es en el filtro de las boquillas donde se acumula parte de los componentes nocivos del tabaco que, además, se liberan en contacto con el agua. “A pesar de los intentos de enterrarlas en la arena, la mayoría de las colillas acaban en el mar, lo que provoca una grave amenaza para la biodiversidad, contaminando la cadena alimentaria. Es frecuente encontrarlas en los estómagos de diferentes especies marinas como aves o tortugas”, explican desde lateuaterra.
Hacer un hoyo en la playa y esconder la colilla del cigarro es una práctica habitual para muchos fumadores sin saber que con esta acción la ceniza queda depositada en la arena, pulverizada y finalmente esparcida por el aire contribuyendo a la contaminación.
#Desentierralacolilla quiere animar a los bañistas a denunciar situaciones cotidianas en las que, vas a la playa, extiendes tu toalla y encuentras colillas a tu alrededor. “Queremos que los fumadores tomen conciencia de la contaminación que conlleva ese gesto de enterrar la colilla y que existen productos en el mercado como conos o ceniceros portátiles que evitan estas situaciones”, apuntan.