La contaminación atmosférica es uno de los problemas que está afectando a la salud de nuestro planeta. Y no sólo a esta. El Informe ‘Un oscuro panorama: las secuelas del carbón’, presentado por el Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (lidma) advierte de que la polución, ocasionada por las emisiones de combustibles fósiles a la atmosfera, está vinculada a enfermedades cardiovasculares y respiratorias y, en el peor de los casos, a muertes prematuras.
En este sentido, tal y como
señala el documento, el aire contaminado está
relacionado con 1.529 muertes prematuras y 914 hospitalizaciones en España entre
2015 y 2016. En el caso de los niños, la contaminación atmosférica propició
en este mismo periodo 20.112 episodios de asma en la población infantil y 2.066
casos de bronquitis. Todo esto se traduce en un aumento de gasto sanitario y una
pérdida de productividad debido a bajas laborales que supuso, en total, cerca
de 3.568 millones de euros para el estado español.
En nuestro país, la principal
fuente de contaminación atmosférica se encuentra en la quema de combustibles
fósiles, que emiten contaminantes como óxidos de nitrógeno, dióxido de azufre,
entre otros, y que se realizan principalmente en las centrales térmicas de
carbón. Con el propósito de cumplir el Acuerdo de París y proteger la salud de la
ciudadanía, el Informe insta al cierre de las centrales de carbón en 2025 en
España.