Hace unos meses la joven activista Greta Thuberg reprochaba a los principales dirigentes de los países su inacción frente a la emergencia climática que está poniendo en jaque al planeta Tierra. La temperatura global del planeta ya ha aumentado un grado. Tras tres años del Acuerdo de París, los planes de recorte de emisiones aún son insuficientes. Naciones Unidas calcula que se necesita triplicar o quintuplicar los esfuerzos para cumplir la meta que fijaron en la capital francesa: un incremento por debajo de los dos grados centígrados con respecto a los niveles preindustrales y, si es posible, pode debajo de 1,5.
Ahora Greta ha viajado a Nueva York
para recordar a los líderes mundiales que la situación sigue igual y que se
necesita pasar a la acción. Durante la cumbre del Clima, cerca de 70 países
se han comprometido a realizar medidas de recorte que se aplicarán en la
próxima década. Por ejemplo, los países de la UE quieren llegar a reducir
un 55% sus emisiones en 2030, 14 puntos más que el plan presentado en 2015. No obstante,
algunas voces críticas han cuestionado la efectividad de estas y otras medidas
planteadas encaminadas hacia el proceso de descarbonización de la energía, por
ejemplo, puesto que los tres gigantes -China, EEUU e India-, que acumulan cerca
del 60% del total de emisiones del planeta, no figuran entre los países que han
decidido implementar medidas para reducir las emisiones.
Urge salvar el planeta. Entre el
periodo 2015-2019, el aumento del nivel del mar, el derretimiento de los hielos
y la aparición de fenómenos meteorológicos extremos se han intensificado a una
velocidad más rápida de lo esperada. Y lo
cierto es que sólo la alianza global puede transformar los acuerdos alcanzados en
una verdadera hoja de ruta para salvar el planeta.