El pasado agosto, Greta Thunberg,
una adolescente sueca de 16 años, decidió comenzar una huelga escolar cada
viernes (#FridaysForFuture) delante de Parlamento de su país para denunciar la
inacción política ante las devastadoras consecuencias del cambio climático y
reclamar medidas urgentes para frenar el calentamiento global del planeta.
En diciembre del pasado año, Greta intervino en la 24ª Cumbre del Clima en Katowice (Polonia) con un discurso demoledor en el que apeló a la voluntad para asumir responsabilidades y revertir el deterioro del planeta. Tras este discurso -y 26 viernes sin acudir a clase-, Greta participó en un acto con el Comité Económico y Social Europeo repitiendo el mismo mensaje contundente y convirtiéndose en referente de inspiración para la movilización de jóvenes de todo el mundo que son los que, en última instancia, padecerán el deterioro del planeta.
En estos tres meses, miles de jóvenes europeos se han sumado a este movimiento denominado #YouthForClimate, con una serie de movilizaciones que han reunido, por el momento, a más de 75.000 jóvenes en Bruselas, 30.000 en Berlín y 10.000 en La Haya, entre otros países. España se ha sumado también al movimiento juvenil a los albores de la primavera, con primeras movilizaciones en ciudades como Girona, Barcelona y Madrid. Para el 15 de marzo, se está coordinando una huelga internacional para reivindicar mayor acción política contra el cambio climático.