El aumento del nivel del mar, el impacto negativo en actividades como la minería y la pesca, la multiplicación por diez del número de plagas invasoras, la acidificación de los océanos (que dañaría las conchas de algunas criaturas marinas), la alteración de los ecosistemas… Son solo algunos de los peores escenarios que pueden darse si el deshielo en la Antártida continua al mismo ritmo que hasta ahora. Un reciente estudio publicado en la revista Nature asegura que el continente ha perdido casi tres billones de toneladas de hielo desde 1992, aumentando así el nivel del mar ocho milímetros.
Todo ello ha sido provocado por los efectos del calentamiento global que, tal y como parece, va a tener consecuencias más graves de las que podíamos imaginar.
En esta línea se pronuncian también
desde la Universidad de Waterloo donde descubrieron un mecanismo que podía acelerar
aún más la pérdida de hielo antártico: las grietas. Su estudio reveló que el
aumento de las temperaturas oceánicas y del aire desestabilizan las plataformas
de hielo desde abajo y también causan grietas en la parte superior, lo que
aumenta la posibilidad de que se desprendan. Según la líder del estudio
Christine Dow, “los hallazgos podrían acortar los cronogramas estimados para el
colapso de la plataforma de hielo y el aumento del nivel del mar. Hay muchos
más bancos de hielo vulnerables en la Antártida que, si se rompen, acelerarán este
proceso".